KARÚ-KINKÁ: Aerovías

Creo que es la primera vez que viajo en avioneta, porque al fin, salió el vuelo.
Mi abandono de Isla Navarino tenía una hora, a las 11:30 saldría mi vuelo hacia Punta Arenas. Aerovías DAP, tenía para esa hora, previsto que salieran sus dos avionetas, la pequeña y la grande. Los pasajeros de la pequeña se marcharon con algo de retraso pero sin problemas.
A continuación, la grande. Cargan los equipajes, subimos los pasajeros y, al cerrar la puerta del embarque, ésta no cierra. Así que bajamos. Nos dicen que tenemos que esperar al mecánico, que vendrá de Punta Arenas en la avioneta pequeña que había salido antes.
Durante mi espera, hablo con una chica que me encontré en el trekking y también por Puerto Williams. Ella llevaba esperando para salir en barco hacia Ushuaia desde ayer, e iban a intentar que llegara por aire. En las mismas condiciones estaba otra pareja. Pero es que esta chica había tenido también problemas para llegar a la isla. Entre la ida y la vuelta, con las esperas y mareos correspondientes, llevaba perdidos seis días. Parecía que Navarino nos tenía presos y que sus dientes aún mordían.
A las 14:45 llegaba el mecánico. Los pasajeros con conexiones se iban de inmediato en la avioneta pequeña y nosotros, lográbamos despegar a las 15:30, incluidos los que habían tenido el problema, que, si bien no iban a Ushuaia, estaban contentos de salir de allí.
El vuelo ha sido maravilloso a pesar del fuerte viento y los movimientos. Me he emocionado al despegar, y ver y reconocer desde el aire muchos de los pasos, montañas y valles por los que anduve días antes. Y después, cuando las nubes dejaban una ventana para mostrar canales, islas, glaciares y grandes montañas. Magnífico.
Este rincón del planeta es especial y se muestra salvaje, por tierra, mar y aire.