lunes, 10 de febrero de 2014

Perito Moreno

Hielo, mucho hielo. Inmenso.
El glaciar Perito Moreno es una de las lenguas del campo de hielo sur, que comparten Chile y Argentina. No es el más grande, aunque tenga la fama, pero es el más accesible.
Es imponente, con su frente de cinco kilómetros y su altura de sesenta, setenta metros. Sorprende cuando cruje, estalla, se rompe, se deshace, cae. A veces tan sólo desprende pequeños trozos de hielo (o eso parece), pero otras veces cae el equivalente a un edificio entero. He tenido el privilegio de ver uno de estos derrumbes delante mía, en primera línea, y quedarme boquiabierta un rato. El impacto es tal que no queda un iceberg, sino que se hace añicos, dejando un roal de hielos delante, que avanza muy lentamente.
Y la paleta de colores azul glaciar, me hipnotiza; desde los oscuros a los claros; los que se muestran en el frente, o los que se esconden en las grietas; o los de los hielos que flotan, ya sean blanquecinos o medio traslúcidos. Porque un glaciar no sólo es blanco. Las vetas del material le dan un aspecto amarmolado.
La parte superior muestra sus lanzas, advirtiendo al que se atreva a penetrar. Y levantando la mirada, uno ve cómo desciende de las montañas, desde treinta kilómetros al interior. Montañas, lejos y cerca. Son los Andes.
Un cóndor sobrevuela el inmenso hielo. No encontrará comida allá, pero su vista se da el festín. ¡Quién pudiera ser cóndor un solo minuto!





















Un pedazo de glaciar como un edificio de casi veinte pisos recién caído

Roal después de la caída




4 comentarios:

  1. Llevo un rato delante del teclado sin saber qué poner...sin palabras.

    ResponderEliminar
  2. Ese cóndor eres tu, poniendo imágenes a lo que has visto y que nos trasladas en tus narraciones, busco en la red los sitios que pones, para conocerlos, y ese azul que describes....... Vuelvo a tus imágenes.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta tu aventura....muchos ánimos desde España,murcia

    ResponderEliminar